diumenge, 30 de juny del 2013

¿Qué dicen los más ancianos del lugar?



Los más ancianos dicen que el verano, sin fútbol, no es lo mismo. Con todo mi cariño y amor, mi abuelo era igual, son de otra época y es prácticamente imposible hacerlos cambiar de opinión. Pero no tienen razón. Este fin de semana, por ejemplo, comenzaba con dos medallas para el piragüista Saül Craviotto, que nos esta mal acostumbrando a ganar y el día que no lo haga quizás lo criticaremos, y una espectacular carrera de MotoGP en el circuito de Assen con dos protagonistas que, ahora que nadie me escucha ni me lee, os diré que me vuelven loca: Marc Màrquez y Valentino Rossi. Una carrera que no vi pero de la que reclamaba información en cada vuelta a una sufridora hermana que me decía: pero si no ha pasado ni un minuto, por tanto, ¡¡no ha acabado la vuelta!!


Continuando con los más viejos, yo les diría que un verano sin el Mundial de Motociclismo del domingo, no sería lo mismo. Toda la mañana pendientes de los entrenamientos, de las carreras de las cilindradas pequeñas, que también son muy espectaculares, no quisiera ser yo la que les quitase méritos. ¿Y el momento de la parrilla de salida, cuando faltan pocos minutos para las dos? Esas gafas de sol, que mi hermana óptica de profesión, identifica a la primera y me lo dice (cada uno a los suyo que diría aquel),  que miran al infinito. Unos sonríen a la cámara y se hacen el simpático, los otros ni se inmutan...



(La foto es de @marcmarquez93)

Dicen que los motoristas están hechos de otra pasta: todos saben que padecerán accidentes espectaculares, nuestro Marc Màrquez los está sufriendo este año y los ha padecido a lo largo de su carrera, y la mayoría de ellos han corrido alguna vez lesionados. El 93 corrió ayer sin ser infiltrado después de la caída del viernes por la mañana y al llegar segundo dijo que Valentino Rossi se le escapó porque el brazo no le respondía bien... ¿qué se esperaba? Por cierto, un Valentino Rossi que, ni él mismo, se cree que ha vuelto... a ganar, se entiende. Estaba muy contento el italiano...

Pero el gran ejemplo que demuestra que son de otra pasta es el caso de Jorge Lorenzo también en Assen. Se cayó el jueves, hizo un viaje a Barcelona donde le operaron para colocarle ocho tornillos de titanio en la clavícula, volvió a Assen el mismo viernes y el sábado fue quinto en la carrera. ¿Heroicidad o temeridad? Para mí, sinceramente, ¡¡una temeridad!! Alguien lo tendría que haber parado, decirle que primero es su salud... ¿qué hubiera pasado si se hubiese vuelto a caer? En fin, fue su decisión y esta vez le salió bien. 

Pero he empezado hablando de dos medallas de piragüismo para Saül Craviotto. Está perdido por ahí, en Turquía, en Mersin para ser exactos, disputando los Juegos del Mediterraneo y cuando la mayoría de la población ni se había levantado el sábado, él ya había ganado la medalla de bronce en el K-1 200 metros. Claro como es un deporte minoritario en el que no se ha de competir por las audiencias millonarias televisivas una final se puede disputar a las nueve de la mañana. Poco después se volvía a colgar una medalla de oro, en este caso con su compañero Carlos Pérez Rial y en el K-2 200 metros. Todo un éxito basado en el esfuerzo, el entrenamiento y, en su caso, también en la cabezonería. Unos éxitos que continuaran durante muchos años pero, si no es así, no lo critiquemos mucho, que ¡¡nos conocemos todos muy bien!!

Ala, a pasar un buen fin de semana sin fútbol... Ah, no, que ¡¡hoy se juega la final de la Copa Confederaciones!! ¿Lo veis, abuelitos de mi corazón? El fútbol nunca se va.


(La foto del podio de Saül Craviotto es d su equipo de prensa)

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