dimarts, 18 de juny del 2013

Y ahora, ¿qué?



Dicen que las cosas se han de digerir y también que es mejor pensar en frío. Lo que pasa es que esta vez no hace falta mucho tiempo para saber que lo que ha hecho esta temporada el Lleida Esportiu es excepcional. Y no sólo a nivel deportivo, también a nivel social. A este nivel, el social, los futbolistas de esta plantilla han despertado a una población, la de Lleida, que hacía algunos años que dormía, no cien como la Bella Durmiente, pero algunos sí. A nivel deportivo, es verdad que duele caer eliminado en la tanda de penaltis, y mucho, pero creo que es el mejor reflejo de lo que ha sido este equipo durante todo el año: orgulloso, trabajador y luchador hasta el final. Y ahora, ¿qué?.

 
Ahora es el momento en el que se tiene que pensar cómo mantener la ilusión que ha generado el equipo en la parte final del campeonato, la verdad es que no me gustaría estar en la piel de la junta directiva del club. Lleida y los leridanos se han entregado con pasión y eso se tiene que saber gestionar muy, pero que muy bien. Tienen el punto a favor de que hay ganas de recuperar aquellas tardes gloriosas de fútbol los domingos, cuando los alrededores del Camp d'Esports hervían de gente que iba al partido. Todos deseaban que llegase el día de ir al fútbol  y recuerdo también los carteles que se colgaban en comercios y bares de toda la ciudad anunciando el día y la hora del partido. Justamente hoy lo hablábamos con unos amigos.

¿Y en el ámbito deportivo? Otra vez nos tenemos que preguntar, y ahora, ¿qué?. Está claro que todos los jugadores han hecho una temporada excelente. Los hay que lo han hecho un poco mejor, ya sea porque han sido más decisivos o porque las cosas les han salido mejor en un momento determinado. Hombres como Mata, Fuentes, Pau Torres, Imaz, Miramón, Molo, Biel y algunos más, seguro, tendrán eso que se llama "muchas novias" este verano.

Sin ir más lejos y a este respecto, el día del partido en casa contre el Jaén, estuve hablando con un observador, un técnico de esos que se recorren los campos vigilando futbolistas de equipos rivales, y me aseguró que había venido a ver jugadores interesantes para su club, en este caso el Valencia. Dialogando con él le expliqué que en el Lleida Esportiu tienen una cosa muy clara, y es que un jugador se paga. Es decir, que si un club quiere fichar a uno de los suyos, tiene que pagar todo lo que vale, sin descuentos. Para ejemplificárselo le expliqué el caso de Jesús Imaz, uno de los mejores esta temporada, a quien quiso fichar el Girona el año pasado. Al final no quisieron pagar y el futbolista se quedó en el Lleida. Explicado el caso, su siguiente pregunta fue: ¿Y cuanto vale Jesús Imaz?

Con toda esto, lo que quiero decir es que entiendo que los futbolistas quieran mejorar y fichar por equipos de categoría superior. Es lógico, se dedican a esto y son profesionales, es lícito que sean ambiciosos, como todos los somos en nuestra profesión. Pero también tengo claro que un club como el Lleida Esportiu necesita sacar dinero de sus activos más importantes y me parece muy bien que no dejen irse a nadie a cualquier precio.
 
Y también tengo otra cosa clara: que el club tiene que mantener el bloque si quiere hacer un salto de calidad. Porque seamos sinceros, este año entrar en el play-off ha sido un premio y también un sueño que ha acabado de una manera muy brusca, pero a partir de ahora será prácticamente una obligación.

Y volvemos al principio, y ahora ¿qué?
 
(La foto es del Lleida esportiu)

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